La geomalla es un material geosintético que se utiliza para mejorar la estabilidad del suelo, aumentar la capacidad portante de ingeniería y reducir la deformación por asentamiento. Generalmente está hecha de polímeros de alta resistencia (como polipropileno, polietileno, poliéster o fibra de vidrio) y se forma una estructura de malla mediante estiramiento, soldadura o tejido.